¿Qué es el calibre en el acero?
El calibre en el acero es una medida estándar utilizada para calcular el espesor, con el paso de los años se ha vuelto una medida de referencia en el acero.
¿Cómo saber el calibre de una lámina?
Para saber cómo calcular el calibre primero debemos de entender que tipo de medida es esta, ya que de esa forma es más fácil entender para cualquiera de qué se está hablando, sobretodo si dicha característica es importante para un proyecto.
El calibre fue creado como un método para darle una referencia a los herreros ingleses en la previa a la revolución industrial, cuando la herrería era una de las profesiones más respetadas, no solo por su utilidad sino por su constante innovación con metales, al lograr aleaciones cada vez más fuertes.
Origen del calibre de acero
Dicha medida tomo como base un aspecto respetado por todos, el rey, por lo cual se tomo como medida su pulgar, el cual hoy se conoce como una pulgada o lo que son 2.54 centímetros. En ese entonces, dicha medida no estaba estandarizada y se usaba el BWG o Birmingham Wire Gauge, el cual era similar a la pulgada, aunque no exacta, pues usaba 3/4 de pulgada como referencia.
Por ende, se empezó a medir el número de chapas de acero que cabían en un pulgar del rey, de esa forma se calculaba el calibre de los aceros de ese entonces, por lo tanto, cuando nos referimos a calibre, en su origen, se refiere al número de chapas que cabe en el ancho de una lámina. Un ejemplo de esto, si una lámina lisa galvanizada tiene 22 de calibre, quiere decir que en teoría, dentro de ella caben 22 chapas de metal.
El mismo espesor del metal hoy en día se mide con un calibrador Vernier, o conocido también como pie del rey, mismo que ya con medidas modernas aceptadas internacionalmente, podemos saber con exactitud el grosor de nuestros materiales de acero. Recordemos que entre más grosor existe una mayor resistencia del material.
Gruesos del acero
Sin embargo, los laminados en caliente gruesos tienden a no tener medidas exactas, por lo que hay calibres menos precisos por su tamaño y el comportamiento del acero, aunque dichas partes disparejas no son notables, pueden ser la diferencia en un proyecto. Si se desea es precisión, lo mejor es optar por laminados en frío, que aunque son más caros, tienen un mejor acabado.
Volviendo al calibre, los acabados del metal no son tomados en cuenta en dicha medida, por lo que puede existir una variación de milímetros por la capa de pintura, de galvanizado o de zintro alum en la superficie del producto. Esto se tiene que tomar en cuenta cuando se solicita un material por el comprador.
Recuerda tomar en cuenta los puntos mencionados anteriormente a la hora de elegir el material que más te convenga.
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