Un techo de lámina galvanizada resulta una excelente opción para múltiples edificios, sin importar el giro de las actividades que resguarde.
El acero con diseño de lámina galvanizada es un componente imprescindible en cualquier sector industrial de nuestra era. Es un material fiable que garantiza una serie de factores a considerar dentro de una construcción que resulta de gran utilidad para múltiples funciones, una de ellas, la de fungir como una de las partes más importantes de un recinto, el techo.
El techo resulta uno de los elementos más importantes, pues no solo se encarga de cubrir toda la estructura. También protege contra la intemperie y clima al interior del sitio. Por ello se requiere de un material que pueda cumplir con esta función.
Colocar un techo de lámina galvanizada resulta más económico que construir uno con concreto. Además de que resulta mucho menos pesado y solo debe ser bien fijado para poder resistir los embates del viento en zonas donde existan fuertes ráfagas. Al estar galvanizado, el acero no sufre daños ni se ve afectada por la corrosión.
Otra de los beneficios de este tipo de techado, se encuentra en que el acabado galvanizado puede reflejar los rayos del sol. Esto evita que se concentre el calor en el recinto, al no conservarlo debido al reflejo que tiene en su superficie.
Una lámina galvanizada para techo tiene que ser fijada en la estructura de acero que sostenga al recinto. Por otro lado, en el caso de que éste sea hecho con concreto en sus paredes, se debe instalar un soporte auxiliar de acero que ayude a sostener la lámina para techo. Esto se puede hacer de manera sencilla, con pocos trabajadores dedicándose a esto.
Recuerda tomar en cuenta los puntos mencionados anteriormente a la hora de elegir el material que más te convenga.
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